El jueves 26 de febrero, se entregaron en Ahuachapán los premios de poesía y cuento de los juegos florales en su edición XVI. Como ganador del premio único de poesia debía dar un pequeño discurso. Mientras lo escribía recordé una anécdota sobre el primer poema que escribí, mis amigos Carlos y Stanley fuero parte de ella.
Fue en la casa de Carlos, nuestra especie de cuartel general, mientras hablaba con Stanley de “la musa” que me quitaba el sueño y me hacia soñar, el me hablaba de “su musa”.
No se que arrebato de inspiración o quizás de irresponsabilidad empujó a Stanley a encender la vieja computadora Macintosh 128K (de 1984) que Oswaldo, había enviado a Carlos para ese entonces. Después de cargar el procesador de palabras Stanley escribió una primera línea, sin mediar palabra y haciendo un gesto con la mano me invito a escribir la siguiente línea. Así continuamos por largo rato.
Ese “poema”, que aun conservo, podrá ser un poema mal logrado, con muchas carencias, pero era la belleza misma quien nos inspiró a hacerlo. Dentro de todas esas palabras e ideas había una frase que escribí para esa musa y que me motivó a escribir desde entonces. Decía:
“Su sonrisa pintada en colores en el lienzo negro de su vestido”
Gracias Carlos y Stanley por todos esos días cuyo fruto fue recogido en Ahuachapan un 26 de febrero.
Otto Meza
